Las chicas están raras

Será el calor. Las hormonas que revientan; por el calor. Salen al jardín con todos los adminículos necesarios para tomar sol: microbikini y mp3. Tres minutos pasan y vuelven a entrar al dormitorio. Sandra las mira ir y venir. Se van de vacaciones dentro de poco, están excitadas.Eso! Están excitadas. Vuelven al sol.

Sandra acerca mate, galles, aguasseres. Quiere enterarse de que hablan. Hablan de Eduardo. Ah.! Ese no lo tenía. Nombre de grande. Eduardo. Lo único que falta en esta casa es que una de las pendejas salga con un tipo grande. Pasa el día.

Las chicas producidas para la tapa de Cosmo salen juntas. No se cena antes de la salida, se te infla la panza y nadie quiere eso. Si existe el tapaojeras ya se va a inventar el photoshopearse en vivo. Será marca maybeline o missylang.

La puerta del dormitorio de las chicas está cerrada. Y apagaron la luz. Sandra no cree que estén apoyando el plan enérgetico de Cristina. Menos cuando se escucha el aire acondicionado a full blast. Puteando en arameo entra al cuarto y algo le pasa rápido sobre el pié en hawaianas. Sensación bastante asquerosita. Se va a ir a la cocina a tomar una pastilla para los nervios. Porque le está por dar un ataque de nervios. Cierra la puerta. Entra a su cuarto. Cierra la puerta.

A la mañana siguiente, entre lechuga, rúcula y berro, no aguanta más; las chicas todavía tienen ojeras de rimmel corrido y eso que no hay artículo de magazine, blog o programa de tv que no te diga que debés sacarte el make up antes de acostarte. Sandra,a los gritos les pregunta por el cuarto cerrado, el aire acondicionado. Les pregunta por Eduardo.

Las chicas se dan cuenta que no da para más. La vieja se dió cuenta. Se dió cuenta que arrancaron el mosquitero de la ventana. Y de todo lo demás. Y de Eduardo. Un simple regalo de cumpleaños con forma, tamaño y look de bebé yacaré. Ni iguana ni boa constrictor. Un bebé yacaré que ahora vive cerca de San Clemente del Tuyú.