lunes, 6 de abril de 2009

Romances Calientes (reloaded)


Cita a ciegas! No puedo creer que le dije que sí a Marta. No hay derecho a que a una la apuren así, rápido , justo cuando estoy fichando (odio fichar en el trabajo que control nazi que tienen) y proponerme ésta salida.
Estoy a dieta, el único huevo duro que me corresponde como cena de hoy me queda sobre la mesa, la tostadita de pan integral ya desapareció, y el jugo de limón puro es asqueroso. Pero quién inventó esta dieta!!! La leí en... ésta revista, no?... No importa, vamos que casi estoy lista para salir. Me falta solamente el pelo. No pará, ¿qué estoy leyendo?... NO lo puedo creeeer! Raúl engañó a Carmen. Ya voy, me fumo un cigarrillo, es medio temprano todavía, no, no es tan temprano, ¿y el encendedor?, ah, acá. Termino la revista ésta y juro que me peino. Odio los ruleros. ¿Todo es una tortura en mi vida!?
¡Ay Marta para qué te dije que si!
¿Por qué engaña Raúl a Carmen? No quiero saberlo; si doy vuelta la hoja me entero enseguida, y no quiero. Que suspenso. Momento. ¿Cómo me dijo Marta que se llama su compañero de oficina nuevo?... Raúl! No no te puedo creer, Raúl, igual que en la fotonovela ésta, ¡ay Dios mío no puedo creerlo!. Es el destino. Si doy vuelta la hoja me entero de mi futuro. Me entero de como termina mi cita a ciegas. Esto es más que una coincidencia. El de la cita, Raúl. El galán de la revista, que bigotes hermosos che, que pinta, ay esa sonrisa, Raúl , ¡ay Raúl creo que te quiero! Doy vuelta la hoja ya mismo, ¡basta! No mejor no. Mejor me saco los ruleros, me peino. No pará, otro pucho. No estoy preparada para ver la última foto, el desenlace. No la quiero ver. Raúl, Raúl ¿por qué me engañaste?... Yo que tenía todo nuestro amor. Y justo con ésa, justo con esa me engañaste. Y yo que hago todo por vos. Hago dieta, soy puntual, leo, me pinto, te converso... Raúl, ¿por qué?¡¡ por que!!! Timbre... Ah no, de ninguna manera, no, no, no, así no, eh? Ahora no va a venir a disculparse, así como así. Si yo sé que me engañó, que me engaña...Carmen, ay Carmen, ¡qué va a ser de nosotras!!...
No hay derecho a defraudar a la gente. A las personas. Bueno, en realidad ellas se hacen cargo de cosas que no existen, ¿para qué ponen expectativas en uno? ¿Por qué ponen sus expectativas en mí?
Esta Marta... Siempre actuando de Celestina. No hay derecho. Yo iba a estar bien contento en casita leyendo una revista o mirando la tele. Uy, ¡que frío hace! ¿Acá es la cuadra no,? Sí, ésta es la cuadra, 1200 de Santiago del Estero. ¿Y dónde estaciono yo ahora? Pará Raúl, ¡pará! No te des cuerda, no te des manija, largá con pensar tanto. Dijiste que sí y ya, hombre. Ahora a joderse. Ahí se va uno... Je, me ahorro el estacionamiento, total, bajo le toco el timbre y espero dentro del coche. No voy a subir ni loco. No ahora, después... Y dale, todavía no le dijiste hola y ya estás pensando en volver a la casa. ¡Sos!! Yo creo que no zafo de terapia por los próximos veinticinco años... Y ya voy a estar grande,¿ no? Casi setenta... ¿Qué hora es? ¡Uy! ¡Es retemprano!
Bueno mejor pongo un compac, faso y hago tiempo. No se va a creer ésta que estoy ansioso o muerto por buscarla. Mejor tardo cinco minutos más y ahí le toco el timbre, que se yo le digo que no encontarba donde estacionar el auto. ¡Pero si serás tarado! Mirá como me quemé el pantalón con la brasa. No te lo puedo creer... Por idiota, te pasa esto. La culpa es de Marta. ¿Qué cuernos tengo que hacer yo con Carmen, ¡me querés decir Marta! ¿Y si la mina se reengancha? No no no de ninguna manera. Así me fue con Estela. Estela... ¡Mejor ni te recuerdo hija de puta! Que bronca me da acordarme por favor. ¿Cómo no me la saqué de la cabeza todavía? No yo tengo para cuarenta años más de terapia... Cómo me engañó... Y así decía Ernesto, buen tipo Ernesto, cómo lo extraño, que amigo por favor. Todas son iguales. Todas. Minitas todas. Mujeres casi no hay. Y las que hay son unas histéricas. Che, ¿cuánto falta?, no pasan más los minutos. Y si la llamo y le digo que... Que estoy llegando, que vengo un poquito atrasado, el tránsito , sabés Carmen, hay mucho tránsito y yo vengo por la 9 de Julio y esto está que arde de autos... Para qué, me querés decir para qué todo este barullo por una bendita salida. Le toco el timbre, vamos a cenar, pim pam pum, llisto, café, bueno, te llevo hasta tu casa y...


Dedicado a Pep y a Jodete por Boluda.

1 comentario:

BLACKMAMBA dijo...

Gracias por la deferencia de dedicarnos un cuento.
Las cosas que piensa uno... una amiga mía ante estas citas siempre reza para que el señorito en cuestión no use escarbadientes.
Las Carmencitas son necesarias, aunque a veces nos resulten más densas que collar de garrafa.
Lo digo porque yo he sido Carmencita muchas veces...