Federación, Entre Ríos, Argentina.

Y sí. Otra vez de paseo.

Mi viejito me comentó la semana pasada que quería ir a las Cataratas, a Chile; a tomar sol y descansar. El destino ganador resultó la ciudad de Federación en la provincia de Entre Ríos. Toda la info salió de http://www.turismoentrerios.com/, la mejor página hasta ahora de sitios turísticos de una provincia argentina. Escribimos mails a 15 hoteles, aparts, etc, sobre disponibilidad y precios. Y absolutamente todos nos respondieron en el día. Elegimos el Apart Mediterráneo. Con piscina, desayuno, ubicado a 150 mts de la entrada principal del Complejo Termal. Optamos por una apartamento de dos ambientes, baño y cocina que ya me gustaría tener para vivir! La tarifa de $110 para dos personas por día.

Medio de transporte: Bus de la empresa Flechabus, servicio cama premium, a $66.- cada pasaje. Salida desde Terminal de Retiro a las 00:45 . Dormimos como casi ángeles. Regreso idem el precio. Nuestro error salir a las 11:00 de la mañana del martes hacia la Capital. Tardamos como si viajáramos en avión a Miami!

En Federación hubo sol radiante, hermosa ciudad, lago, circuito aeróbico, mate a full. Contingentes, grupetes de las chicas en batas y ojotas por todos lados. El lugar es espectacular! Todos los hoteles supernuevos, todos a dos cuadras de las termas. Están construyendo unos aparts sobre el lago. La ciudad superlimpia, cuidada, y obviamente apacible. Pero...Restaurant Casablanca, 2do turno de cena, por los contingentes vistes?, nos comenta la camarera que toma nuestra reserva. Nos toca, empieza un show con un cantante y grupo de chicas de promoción 1965, cómo se presentaron, que festejaban cumpleaños. Mi viejito me comenta: Agarrame porque me voy con ellas. Por supuesto se enamoró de todas; yo me quería subir al escenario; había un grupete muy vip que habían navegado desde Concordia ; y a las 2 AM el artista nos mandó a la miercoles, apagó todo y dijo basta! Riéndose y bailando con todos los comensales que no parábamos. Nosotros cruzamos la callecita, nos metimos a nuestro apart; el temita fué la escalera, solo nos habíamos tomado dos tintos de la casa, nada tan grave, pero el calor de las piletas te cansa las piernas, vistes?

Al otro día con un sol espectacular nos incendiamos en las piletas. Mi viejo reflexiona el domingo por la tarde: Nosotros no hablamos con nadie... Y no. Si no paramos de escuchar las conversaciones que eran GLORIOSAS!!!!! La mejor fué un señor de 77 que contó a otra pareja cómo se había ganado a su actual chica, hace ya diez años. La niña en cuestión, enfundada en su bata blanca con estampado de flores y el característico color cabeza de fósoforo en el pelo, tenía solamente 73. El la conquistó en la pileta de YMCA, en el centro porteño. Y en ese momento él estaba casado. Ella viuda. Y ella le pidió que la acompañara a buscar unas boletas a un depto que tenía por el centro. Y el fué. Y cuando llegaron al depto, el cerró la puerta de entrada y se bajó el cierre del pantalón y le presentó a su , según él, enorme amigo. Así.

Por qué tanta viudez femenina? Yo creo que los hombres se mueren al ver lo que comen estas chicas. En serio. Las mujeres eran GORDAS. TODAS. Incluida yo, que era Jessica Cirio sin exagerar. Yo estaba indignada con mis congéneres que no podían ni arrastar las ojotas. Con el termo y los sánguches bajo el brazo. Es que te agarra una languidez acá! Debe ser el agua, o el aire...El temario problemático de la anorexia no es en el segmento 35/70 años. O por lo menos no en el segmento de esa edad con tour a las termas.

Y el final. Sentadita en restaurante Los Pinos del Complejo termal, mediodía, me agarró fresco. Me pongo sobre los hombros el buzito (así con zeta). Y de reojo veo algo. ALGO sobre mi hombro izquierdo que se acercaba a mi orejita. Y se movía. Y era verde. Y con ANTENAS Y OJOS NARANJAS! No sé como hice para gritar, tirar el buzito al suelo, quedarme petrificada, mirar a mi vieji que por supuesto pensó que finalmente me había llegado el aneurisma y se paró a ver el buzo en el suelo, junto a las camareras, y ese reptil inmundo alejándose a toda velocidad por el piso. Era enorme. No exagero. Fué muy fuerte.

Volvimos divertidos, bronceados y realmente lo pasamos bárbaro.