lunes, 2 de junio de 2008

Día del Bombero Voluntario

José:
Gracias.
Si ya sé, es raro que yo te esté diciendo gracias. Hace tanto que no nos vemos. Desde que me fuí de la oficina. Desde que dejé ese mundo enloquecido y enloquecedor. Corporativo. Desde que me invitaron a dejarlo. No importa. Next.

Retomo, me conocés y sabés que hablo hasta por los codos,de varios temas al mismo tiempo. Y en voz alta. Bien alta. Hoy es tu Día. Y me acuerdo cuando te pregunté cómo habías llegado a ser Bombero Voluntario. Y de La Boca nada menos. Me resultaba excéntrico te diria. Y ahora me acuerdo. Imagen.

Vos a los 14 años rescataste a tu hermana de 12 del riachuelo. La llevaste en brazos. Sin vida. Sin nada de vida ya. Finale horrible de una travesura, una estupidez. Una postal que no se llevaron los turistas. Se quedó pintada a lo Quinquela en tu alma. En los ojos de tu mamá. Y ahí empezaste a pasearte sin rumbo por las calles de ese barrio que me llevaste a conocer vos, te acordás ahora José? Mis amigos americanos estaban de visita después de 7 años de haberse ido de Buenos Aires. Mi amigo, para mi es de la CIA o del FBI for sure, es fanático border de los bomberos. Su abuelo fué un bombero voluntario en Nueva York. Me contó la historia de los perros dálmatas que siempre acompañan a los bomberos, me llevó a visitar allá un par de Fire Stations; tengo fotos. Y me pareció muy buen paseo ir al barrio de La Boca y visitar el cuartel de los BV. Vos aplicabas como el mejor guía. Te lo consulté y en un segundo me dijiste sí, por supuesto, sábado a las 10 de la mañana, en el Parque Lezama, frente al Bar Británico. Perfect. Allí llegaste en una camioneta roja de los bomberos. Tenías cara de cansado, de reventado en realidad. Habías estado de guardia toda la noche. Y estabas dispuesto a hacernos el tour real.
Comenzamos. Nos contaste, nos mostratste calles, paredes pintadas, edificios, vecinos; caminabamos por el medio de la calle de adoquines no por la vereda. Tip local. Las cuatro bandas; el edificio de fantasmas;la mejor torta de ricota del mundo; NO a los souvenirs de Caminito; la Bombonera; El Obrero (ya no es el bife de chorizo de antes y no nene tampoco es la misma Argentina ni las mismas vacas!). El teatro de Inmigrantes; el Puente; los botes a la isla; el oleoso río; el comedor escolar-refugio en el destrozado y viejo edificio de un banco; las casas tomadas. Estábamos con un local. Un lugareño. Un nacido y criado. No pasa nada, tranquis nos decías. El que nace acá no se va más.
Y fuimos al Cuartel. Y saludamos al capo capísimo voluntario también. Y vimos los cascos de otra era; y fotos viejísimas; y el salón que alquilan a veces para alguna reunión o fiesta y con eso recaudan fondos para comprarse ropa o herramientas; pagar las nafta. Vimos los uniformes como se dejan guardados: en el piso las botas adentro de los pantalones arrugados con los tiradores a los costados y las chaquetas colgadas de un gancho en la pared. La sensación es que alguien los dejó asi, perfectamente acordoneados, saliendo ese alguien de botapantalóntiradores, en un apuro, en un segundo. Y es que así están preparados precisos para ponérselos, ese alguien, ese voluntario, ese bombero, en un apuro, en un segundo. A rescatar.
Y mis american friends les donaron U$. Y les dieron el recibo.
Bueno ya basta. Soy eh! No cambio más. Por suerte digo yo.
Espero que estés bien, igual que tu familia. Capaz algún día nos vemos y recorremos ese único barrio otra vez, ok?
Bye José.



Actividad en la Boca by Benito Quinquela Martín

2 comentarios:

Porteños en Ginebra dijo...

Gracias por este post/cuento. Me encanto. Saludos desde Calvin city.

CB dijo...

Dr! Sé de sus ocupaciones, escriba mas seguido sin embargo.
Gracias por su cumplido.