miércoles, 2 de enero de 2008

Regalo de Borges


Aprendiendo.


Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener
una mano y encadenar un alma, y uno aprende que el amor no significa
acostarse y una compañía no significa seguridad, y uno empieza a
aprender...
Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno
empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el
terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros
tienen una forma de caerse en la mitad.
Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor
del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia
alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores.
Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es
fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada
día uno aprende.
Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen
futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado.
Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus
defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad
que deseas.
Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona
sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás no deseando
volver a verla.
Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que
el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de
amistades falsas.
Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira
pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida.
Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar
es sólo de almas grandes.
Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy
probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.
Con el tiempo te das cuenta que aunque seas feliz con tus amigos,
algún día llorarás por aquellos que dejaste ir.
Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada
persona es irrepetible.
Con el tiempo te das cuenta de que el que humilla o desprecia a un ser
humano, tarde o temprano sufrirá las mismas humillaciones o desprecios
multiplicados al cuadrado.
Con el tiempo aprendes a construir todos tus caminos en el hoy, porque
el terreno del mañana es demasiado incierto para hacer planes.
Con el tiempo comprendes que apresurar las cosas o forzarlas a que
pasen ocasionará que al final no sean como esperabas.
Con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el
futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese instante.
Con el tiempo verás que aunque seas feliz con los que están a tu lado,
añorarás terriblemente a los que ayer estaban contigo y ahora se han
marchado.
Con el tiempo aprenderás que intentar perdonar o pedir perdón, decir
que amas, decir que extrañas, decir que necesitas, decir que quieres
ser amigo, ante una tumba, ya no tiene ningún sentido.
Pero desafortunadamente, solo con el tiempo...

1 comentario:

Cristian M. Piazza dijo...

Cristina,

Poderoso monólogo hacia las entrañas del alma.

Escribí hace poco que agradecía haber descubierto que el el destino del viaje era el viaje mismo.

Besos y Feliz año