martes, 29 de septiembre de 2009

La pintura y el tiempo


Viernes ppdo. por la noche, aproximadamente 21 y 30 horas. Me dabatía entre comprender y entender la Ley de Medios y sus conflictos, tapar los muebles para armar el set apto enduido-lijado-pintura de la semiconcluída cocina o abrir una botella bien fría de vino espumante extra brut. Opté por lo último.Me dije que con la mente un poco más relajada podría ocuparme de la Ley de Medios, cosa que no hice, tampoco armé el escenario pro etapa pintura y terminé con el espumante.
El sábado con un clima espectacular, cielo azul a pleno, bien tempranito, con la energía positiva agradeciendo al Universo, cinta de enmascarar en mano dispuesta a cerrar cada puerta de mueble de cocina para evitar el ingreso del nefasto polvillo de lijada de pared, termo de mate ready me dispuse a esperar al Sr. Pintor. Reloj no marques las horas tan rápido, me canturreaba en voz baja, ya que pasaron las 9 y 45 y del Sr. Pintor nada. Parecía la mujer idiota que espera que Él la llame y chequea si anda el teléfono, abre el celular, revisa la bandeja Inbox de los mails sin respiro ni pausa. Mi viejito sin decir agua va se pone a cubrir los muebles con las sábanas dispuestas a tal fin, yo a cubrir el piso con cartón corrugado.
-¿Hasta que hora espero para llamar a Il Signore Contratista y decirle que el Sr. Pintor no vino? Le pregunto con falsa buena onda.
-…
-¿Hasta las diez?
-Ya son las diez, me contesta él serio y con ojos risueños. No puedo creer que disfrute de mi desazón y desesperanza, de mi confianza en la humanidad y que la humanidad se encargue de demostrarme lo contrario y esas cosas.
No quiero dispararme como un exocet para llamar, quiero estar calma. ¡Quiero que venga el &%&$///(((/(()===???== Sr.Pintor! No doy más. La paciencia no es mi fuerte y la ansiedad me provoca taquicardia. Hay que tomar decisiones ya. Si viene pinta y terminamos. Si no viene pintamos y voy y lo asesino de diversas formas.
Llamo. ISC se sorprende de la ausencia del empleado. Me comenta que el SP perdió el celular (NO ME IMPORTA), que él está en el taller que el auto no le anda (OJALA TE QUDES A VIVIR EN EL TALLER Y TE COBRE 90 MIL DOLARES Y LE PAGUES Y NO ANDE) que iba a tratar de comunicarse con el pintor ausente. (NO ERA QUE EL TIPITO HABIA PERDIDO EL &&%&/ CELULAR).
Quedamos en que en media hora lo volvía yo a llamar. No sé porque creía que él no me iba a llamar nunca más. Mi viejito subido a una escalera le daba a la lija y arrancaba la nube de polvo que ya se asemejaba al hongo atómico. Tic Tac Tic Tac.
No hay caso no puedo hacerme la tonta y hacer como si nada estuviera pasando. Mi mente va a cuatrocientos mil kilómetros por hora imaginando que voy a la casa de ISC y le destruyo la puerta a patadas mientras el me pide perdón y a mí ni me importa porque a ¡él no le importó que yo confié en él y LE PAGÉ TODO y se llevo una mesada de granito de 1 mt. con bacha, una puerta de madera con marco y una cocina Arthur Martin como bonus track! Me va a dar un infarto si no me calmo.
Miro las bolas energéticas, el espejo de Feng Shui, el buda, la casita del tiempo souvenir de Santa Teresita, todo me tiene que ayudar a lograr que el Sr. Pintor venga y pinte.
Vuelvo a llamar. Mágicamente se había comunicado con el SP y estaba viniendo a mi casa.
Azul, Violeta, Dorado. Vamos, tú puedes,voto a Confucio y Deepak Chopra y la Iglesia Universal.
Timbre. Era él. Bajé a abrirle, no le dirigí la palabra salvo el bien educado buenos días. Entró a la nube blanca flotante que estaba en el living. Miró a mi viejito que estaba blanco como el Yeti si es que el Yeti es blanco, se cambió, pidió más lijas y arrancó.
No me importaba si tenía que comprar un contenedor de lijas. Le traje varios grosores por las dudas. Dijo que a las cuatro terminaba. A mi no me parecía que le iban a dar los horarios. A mi viejito no le importaban mis intuiciones. A las cuatro regresábamos y él iba a controlar como iba el trabajo.
Al regresar me encerré en mi dormitorio a mirar el canal gourmet en la TV que decidió transmutar a ser bicolor: solamente se ve la imagen en verde y rojo. A las siete escuché despedidas. No salí hasta media hora después.
La cocina estaba pintada. El cuasi Partenón había cobrado su nueva forma. Finished.
Suspiré aliviada sabiendo que si iba a enfrentar nuevos desafíos, éste ya formaba parte de la historia. De mi historia. Y empecé a limpiar.

Photo: craigstephens.blogspot.com

2 comentarios:

Porteños en Ginebra dijo...

Bravo! Felicitaciones! Por fin! Tanta buena onda no podia ser en vano... :o)

CB dijo...

Gracias! Gracias!