miércoles, 11 de abril de 2007

Buscando religiosamente



Frase de MARINO: Dios mío me pides la vida?



Y la religión.
Gracias al temor a Dios que me metieron las monjas del Misericordia de Belgrano, fundé una religión con mi amigo Gustavo a los 13 años. La Gualaquita.
Todavía hoy la practico, y todavía hoy nos reímos con él de este invento. Una cosa mezcla potiche con rabanitos. Cualquiercosa.

Pienso ahora, cuantos otros pasaron quizás por lo mismo que yo, e inventaron religiones.
Todo comenzó con una duda: Y si no es cierto todo esto de Jesús y los judíos son los verdaderos? O los otros. O todos. O no hay nadie. Ni arriba, abajo, afuera. Que se yo. Tengo muuuuuucho más de este tipo de preguntas malbec mediante ruego a a alguien que me ilumine.
Humano, semidios o lo que venga. Openminded.


A partir de ahí, a los doce años, entré en una congregación mormona. Me divertía hablar en inglés, jugar al beisbol, y estar con chicas y chicos que se llamaban Aileen, Linda, Akim. En el momento de la comunión, durante la ceremonia -misa, te daban una de esas galletitas Bum, que tenían gusto a orégano. Ya no existen. Hoy que será? Otra pregunta sin respuesta.
Me decidí a irme el día de Noche de Brujas, hoy ya conocemos Halloween en Buenos Aires , donde mucha fiesta y zapallos con velas, pero no se fuma, no se toma, no se toca y si lo llegás a hacer estás fuera. Estuve fuera. Demasiado para mí en plena preadolescencia, y con mucho para descubrir y disfrutar.


Luego de ese grupo, y gracias a distintos libros de West Ocampo, me hice judía.
Me puse de nombre Judith, y escuchando a Gloria Gaynor empecé a ir a una sinagoga. Iba con mi amiga Graciela que tenía, según nosotros, pinta de judía. Sería el pelo rojo, largo y ondulado. Así me imagino a Salomé con Juan Bautista en el capítulo de la Biblia donde el Juan es decapitado.
La sinagoga quedaba en la calle Libertad . Ibamos ahí porque era muy cheta.
Duré poco con el cumplimiento. La rigidez, con palabras cambiadas, era igual al Misericordia, sólo que sin cruz y sin monjas. Ricudim y a mí no me tocó ningún club náutico.


Y creciendo, seguí leyendo. Historia de la grandes religiones; Milton y el Paraíso perdido; Oriente milenario; conocí los musulmanes, el tema licorero y algunas especias no me convencieron. Y dale con las religiones y la abstinencia alcohólica!
Y otras abstinencias...


Resumen Lerú sin ilustrar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me fascinó tu relato, muchas veces buscándonos a nosotros mismos en nuestra vida adulta nos encontramos a la puerta de la religión de nuevo. También me identifico contigo con eso de las preguntas que se quedan sin respuesta. Gracias por compartir tu historia!