Amex regaló desiteresadamente las entradas, y antes de continuar construyendo la fácil depresión de un feriado lluvioso, subte mediante ya que no uso monedas casi por principio, nos fuimos con mi viejito hacia La Rural.
Gente había a full. Estarían haciendo lo mismo que yo. Expositores también. Estilos diversos dentro de lo contemporáneo.
La galería acolchonada de Marta Minujín, stands de varios museos, galerías internacionales, editoriales especializadas, cafés, pizzería y bar.
Como el gusto por el arte es tan subjetivo como la misma expresión artística, a mi me gustó hasta el encanto Milo Lockett.
Mi sorpresa fue ver a siete de cada diez visitantes, en un rango de edad bastante amplio, sacando fotos con cámaras digitales y celulares a muchas obras. Y no eran fotoreporteros. No. Eran gente como yo, bueno como yo no. Ni se me ocurriría sacar una foto a una obra de arte ajena; qué hago la subo al facebook?, la pongo de fondo de pantalla del celular? Tengo mis dudas sobre si los más jóvenes sacaban fotos para graficar el ensayo de no menos de cinco mil palabras que debían presentar en la cátedra de Historia Contemporánea (??). En fin, duros tiempos modernos y yo que sigo creciendo y me despego de ciertas movidas.
El entorno fue muy veryaquíestoyyoquedearteséyentiendo, y con hasta un odioso falto de educación y escudado (era un señor grande por favorrr!!) en una actitud que evidentemente creyó cool y decontracté, y para los que lo observamos nos dió estúpido y patético, mientras que con aires de superioridad revoleaba cabellera y hacía gestitos de hombros a mi que me importa, luego de arrasar con tres cuadros que estaban colgados en el pasillo J y estábamos varios tranquilamente mirando. Señor UD. dió muy feo. Fea su actitud, y feo su pelo. Y feo sus zapatos, de cool no tuvo nada, más bien dió gato viejo y probre haciéndo de intelectual mecenas.
Salvo este incidente del idiota, hay que ver y admirar tanto trabajo artístico. Felicitaciones al arte.
Foto: www.artnet.com
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